viernes, 8 de octubre de 2010

El cerebro del perro está cambiando por la cría selectiva


El equipo del Dr. Michael Valenzuela, ha demostrado científicamente que la cría selectiva de perros domésticos no sólo está transformando radicalmente su apariencias, sino que también está generando grandes cambios en el cerebro canino.

Según los investigadores, los cerebros de muchas razas de perros de hocico corto han rotado hacia delante unos 15 grados, mientras que la región cerebral que controla el olor, ha cambiado de sitio.

Las grandes variaciones en el tamaño y la forma del cráneo del perro son el resultado de más de 12.000 años de cría en busca de características funcionales y estéticas.


El descubrimiento de esta importante reorganización del cerebro canino hace que nos preguntemos sobre su impacto en el comportamiento del perro.

El equipo del Dr. Michael Valenzuela, formado por investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, Australia, y la Universidad de Sídney, utilizó imágenes obtenidas por resonancia magnética para examinar los cerebros de una amplia gama de razas. Descubrieron correlaciones fuertes e independientes entre el tamaño y forma del cráneo de un perro, y la rotación del cerebro y el posicionamiento del lóbulo olfativo.

Ningún otro animal ha contado con el nivel de afecto y compañerismo humanos como el perro, ni ha sido sometido a una influencia sistemática y deliberada en su biología a través de la cría. La propia diversidad canina sugiere un nivel notable de plasticidad en el genoma canino.

El siguiente paso en esta línea de investigación, será tratar de averiguar si estos cambios en la organización cerebral también están vinculados a diferencias sistemáticas en las funciones cerebrales de los perros.

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