sábado, 30 de abril de 2011

Reglamento de Estructura y Belleza


Este reglamento se pondrá en vigencia a partir de la primera Exposición de Estructura y Belleza de la raza American Pit Bull Terrier.
El puntaje para el ranking se determinará por perro presentado, correspondiendo 10 puntos por ejemplar imputándose en las categorías el puntaje a los cinco primeros puestos. Junto con la clasificación, los perros serán calificados con la siguiente escala: excelente - muy bueno - bueno - suficiente - descalificado - no puede ser juzgado. Para un ejemplar ser clasificado, debe obtener por lo menos la calificación de muy bueno. No se tomaran en cuenta para el otorgamiento del puntaje los ejemplares calificados comodescalificados o no puede ser juzgado. La escala para los primeros puestos es la siguiente:

1º puesto 100 % de los puntos
2º puesto 70 % de los puntos
3º puesto 50 % de los puntos
4º puesto 25 % de los puntos
5º puesto 10 % de los puntos

Ejemplo: 7 perros en pista en la categoría (70 pts. en juego). El ganador de la misma se lleva 70 pts., el segundo 49 pts., el tercero 35 pts., el cuarto 17,5 pts., el quinto 7 pts.
En el mismo ejemplo, si de los siete perros uno fue calificado como descalificado o no puede ser juzgado, los puntos en juego serían 60.

CACHORROS ESPECIALES

En la categoría Cachorros Especiales competirán todos aquellos ejemplares de 3 a 6 meses de edad. Se elegirá Mejor Cachorro Especial Macho y Mejor Cachorro Especial Hembra. Ambos competirán por Mejor Cachorro Especial. Esta categoría no otorga puntos para el ranking.

CACHORROS ABSOLUTOS / Categoría 1: Machos - Categoría 2: Hembras

En la categoría Cachorros Absolutos competirán todos aquellos ejemplares de 6 a 9 meses de edad. Se elegirá Mejor Cachorro Absoluto Macho y Mejor Cachorro Absoluta Hembra. Ambos competirán por Mejor Cachorro Absoluto de Exposición. Esta categoría compite por el Ranking de Cachorros. El ganador suma los puntos de su rival en la final.

Ejemplo:

Mejor Cachorro Absoluto Macho: 50 pts
Mejor Cachorro Absoluto Hembra: 60 pts
Mejor Cachorro Absoluto de Exposición: 110 pts (suma las dos categorías, los vencidos mantienen su puntaje.)

JÓVENES / Categoría 3: Machos - Categoría 4: Hembras

En la categoría Jóvenes competirán ejemplares machos y hembras de 9 a 18 meses de edad. Se elegiráMejor Joven Macho y Mejor Joven Hembra quienes competirán por Mejor Joven de Exposición y por Mejor de Exposición con los adultos. Esta categoría compite por el Ranking de Jóvenes. El ejemplar elegido como Mejor Joven de Exposición suma los puntos por la totalidad de los jóvenes participantes.

ADULTOS

Compiten ejemplares de más de 15 meses y se divide en:

Categoría 5 intermedia machos de 15 a 24 meses.
Categoría 6 abierta machos de más de 15 meses.
Categoría 7 trabajo machos de más de 15 meses.
Categoría 8 seleccionados machos de más de 15 meses.

Categoría 9 intermedia hembras de 15 a 24 meses.
Categoría 10 abierta hembras de más de 15 meses.
Categoría 11 trabajo hembras de más de 15 meses.
Categoría 12 seleccionadas hembras de más de 15 meses.

Los ganadores de las categorías intermedias, abierta y trabajo competirán por el CAS (Certificado de Aptitud para Seleccionado) siempre y cuando haya calificado como 1º excelente.

Los ganadores de la categoría seleccionados competirán por el CAS 1 (Certificado de Aptitud para Seleccionado 1). En el caso de los seleccionados, éstos no se calificaran. Todas estas categorías competirán por el ranking de adultos.

El mejor de cada sexo se elegirá entre los ganadores del CAS y del CAS 1 participando luego del final de exposición.
Para el ranking, los puntos se cuentan por categorías, sumando los ganadores los puntos de los vencidos, manteniendo estos su puntaje.
Los participantes en la categoría seleccionados, además de los puntos que correspondan, sumaran 30 pts. adicionales por participar.

Obtención del CAS
Competiran por el CAS Macho los ejemplares ganadores de las categorías 5, 6 y 7, y por el CAS Hembra los ejemplares ganadores de las categorías 9, 10 y 11. Los vencedores recibirán 5 pts. para el CAS. Obteniendo el título de seleccionado con un total de 20 pts.

Obtención del CAS 1
Lo obtendrán los ejemplares que ya habiendo obtenido el CAS, obtengan cuatro veces el puesto de mejor adulto de su sexo.

viernes, 29 de abril de 2011

Perros y vida emocional



Ciencia que se ocupa del estudio del carácter y modo de comportamiento de los animales, la etología de nuestro país tiene en Claudio Gerzovich Lis a un referente destacado. Ex docente de esa especialidad y ex director del Servicio del Comportamiento Canino y Felino de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Nacional de Buenos Aires, fue también representante argentino del Comité de Bienestar Animal y Etología de la Asociación Mundial de Veterinaria, Gerzovich Lis registra la resolución de más de 2.000 casos relacionados con los problemas generados por la relación entre un grupo humano y un animal.

Según este médico veterinario, los primeros en domesticar animales fueron los griegos, quienes los incluyeron en su mitología. Por caso, Plutón, dios de los Infiernos, encargó a un perro, Cerbero, la guardia de las simas abismales para evitar que los espíritus de los muertos pudieran escapar. Homero, en La Odisea, destaca la fidelidad de Arcos, perro de Ulises, ya que fue el único que lo reconoció al regresar a su patria con ropaje de vagabundo.

Pero en las sociedades actuales, «la actitud hacia los perros –afirma Gerzovich– varía desde la total humanización, hasta el punto de brindarles mayores cuidados que a los seres humanos, o a la más absoluta indiferencia e, incluso, total indiferencia por sus vidas».

–¿Cuándo comenzó a interesarse por el comportamiento de los animales?
–Empecé adiestrando perros cuando tenía 15 años. Sentía pasión por eso. Un amigo del secundario me regaló un ovejero alemán, me compré un librito y como todo adiestrador, me fui haciendo solo. A los 20 años había adiestrado 700, 800 perros; me iba bien, me sentía Gardel con guitarra eléctrica, creía que las sabía todas: el ego se levanta por la edad y en relación con el trabajo que estás haciendo, en mi caso, manejar perros. Era un hobby que me permitía vivir, ganar plata. Yo siempre dije que iba a estudiar veterinaria porque me gustaban los animales y eso es un error garrafal, el creer que porque te gustan los animales te va a gustar ser veterinario. Me di cuenta a lo largo de la carrera que, en realidad, no me interesaba ser un veterinario clásico. Seguí adiestrando perros durante mi carrera y empecé a ver muchas problemáticas de comportamiento. Estar estudiando me abría mucho el panorama en cuanto a evaluación, observación y dije: «Esto hay alguien que lo tiene que resolver». Apremiado también porque no me gustaba la clínica y porque me apasionaba esto, al recibirme tuve que tomar una decisión y correr el riesgo. Porque no había nadie que lo hiciera.

¿Qué hace exactamente un especialista en comportamiento animal? ¿Cómo se define?
–Depende con quién hables. Porque hay varias vertientes aquí y en el mundo. Por lo general, la etología es una disciplina que se dedica a tratar problemas de comportamiento en perros y gatos, básicamente en las grandes ciudades. Eso en los términos profesionales habituales, convencionales. Desde que empecé con esto siempre digo que no tengo nada de convencional. Es decir, pongo mis conocimientos al servicio de solucionar un problema. ¿Qué hago yo? Trato perros y gatos, sí. Pero más que nada trato sistemas donde están los perros y los gatos. Porque ellos están en una casa, en una familia y su comportamiento está dramáticamente influido por el comportamiento de la familia. Para modificar los problemas hay que actuar sobre todas las variables. Entonces, ya no trabajamos sobre el perro y el gato sino sobre el conjunto.

–¿Incluye en esta visión también a los vecinos y el barrio?
–Sí, es un tema social también, porque en algunos casos, sobre todo en Capital Federal, está la vida en departamentos, los ruidos molestos, etcétera. Me ha ocurrido el caso de vecinos que se quejan, el dueño solicita una consulta porque no le molesta a él que el perro ladre sino que tiene problemas con el vecino. Digo que es un problema social porque me ha tocado sugerir cosas que han dado resultado en términos humanos. A ver, ¿qué es lo clásico? Un vecino se queja y no demasiado bien. Va enojado y el que recibe la queja reacciona, en general, enojándose más o ignorándolo. En cualquiera de esas situaciones no se genera ninguna resolución.

–¿Cuáles son los problemas esenciales con que se encuentra cada vez que necesitan de sus servicios?
–En general, son problemas de sistemas, no exclusivos del perro. La mejor forma de explicar esto es con un ejemplo concreto. Hace poco fui a ver el caso de una familia que me llamó porque tiene dos perros, uno de los cuales está mostrando agresión. Cuando voy, me encuentro con una casa con problemas del propio perro y también con serio problemas de interacción de la familia con ese perro. Un matrimonio donde la mujer dice «en la vida no hay que poner límites, hay que dejar libre y esa es la mejor manera de vivir»; y el esposo señala que «esto así no da para más. En esta casa no podemos seguir adelante con estos animales en la forma en que estamos». Yo tengo que tratar de ubicar ese perro con ese problema en esa familia que, en realidad, no está de acuerdo en cómo encarar su propia vida. Entonces, ¿qué significa esto? Como no voy a meterme en la vida de esa familia, ya que no me corresponde, lo que sí voy a hacer es resolver el problema con el perro: es decir, tratar de que la familia se ponga de acuerdo, que entienda el problema y pueda solucionarlo. Por eso digo que trato sistemas. No trato a la familia por la familia en sí misma, trato el sistema en relación con el perro para que la familia se reacomode.

¿Cuáles son las llamadas inconductas caninas más visibles, más comunes?
–Las más comunes no son necesariamente aquellas sobre las que más consultan. La gente no consulta porque el perro tiene una patología de comportamiento sino porque el perro le está trayendo un problema. En general, el mayor problema que hay es la agresión. Uno puede tener un perro que rompa algo y te lo aguantás, pero si es un perro agresivo la cosa cambió.

–¿A qué apela para modificar la conducta de un perro agresivo?
–Primero, al diagnóstico, para ver dónde está la causa del problema. ¿Hay un tema de base genética?, ¿hay un problema de base hormonal?,¿hay un trastorno puramente conductual?, ¿hay un trastorno conductual en relación con el sistema donde vive el perro? Además, ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de un perro? Una persona te puede decir: «Mi perro está atado en el fondo», y otra te dice que el perro «es como mi hijo: duerme en la cama conmigo». El perro es el mismo, el que está cambiando es el ser humano. El antecesor del perro es el lobo, tiene una estructura de comportamiento, más allá de sus diferencias, bastante similar: se trata de animales sociales, de grupo, jerárquicos, territoriales y también predadores. Entonces, cuando uno entiende cómo funciona un perro, puede empezar a modificar su comportamiento, en base a cómo interactúa con el sistema. La gente cuando me llama no asume esto, se comporta con el perro como si éste fuera un niño. Cubre sus propias necesidades pero no las del animal. El humano que tiene un perro lo tiene, en una medida, por el afecto. Entonces, vuelca en el animal el afecto, y en la vida el afecto solo no hace nada. Es muy importante, pero no resuelve todo.

–¿Y con qué debería complementarse esto?
–Siempre digo que para educar a un perro, primero hay que tener un proyecto y luego aplicarlo con coherencia, firmeza y paciencia. Las tres cosas deben ir juntas, cosa que a nosotros los humanos nos resulta complicado. Ser coherente para realizar ese proyecto, ser firme para su realización y ser paciente para ver los resultados. Y si hablamos de eso, también podíamos estar hablando de la educación de un chico. Ahora, ¿cuál es la diferencia con el perro? ¿Qué es estrictamente para el perro? Disciplina, ejercicio y afecto, en ese orden.

–¿Con qué elementos trabaja concretamente?
Trabajo más que nada con el estado emocional y después con la confianza emocional. Recurramos a un ejemplo: un chico que anda mal en matemáticas, va a una profesora y ésta le dice: «Sentate acá, vamos a empezar a trabajar». El chico se pone nervioso y la profesora sigue: «Vamos, vamos a empezar, porque te corre la hora». Ese pibe, enseñen lo que le enseñen, va a estar mal en cualquier situación. En cambio, si esa profesora le dijera: «Sentate, hoy no hay apuro, cómo estás, contame de tus cosas, en un ratito empezamos», logra un estado emocional adecuado en ese individuo; todo lo demás va a ser mucho más fácil. Como nosotros somos humanos, podemos hablar, con un perro no. Pero lo que hay que lograr es lo mismo: que el perro esté en un estado emocional adecuado para que pueda recibir y procesar, fundamentalmente, toda la información que recibe. Y esa confianza implica (en un individuo que es jerárquico) que para estar sereno necesita un líder. Hay que ocupar ese lugar: el lugar del líder, no del tirano. El perro no confía en un tirano, confía en un líder. Y ser líder no es tan sencillo. Es decir, ser líder implica poner reglas, cumplirlas, enseñarlas y después exigirlas. En general, la gente dice: «Quiero que se comporte como quiero yo, y si no se comporta como quiero, lo castigo». Hay un uso del castigo, en algunas circunstancias, para no decir en todas, bastante inadecuado. La gente usa el castigo, incluso con los propios hijos, se enoja. Reprende, no porque corresponda; si yo reprendo a alguien es porque estoy enojado y ahí estamos en un serio problema. El perro tiene una capacidad perceptiva muy grande, porque es un especialista en ver los movimientos sutiles, su lenguaje es corporal. Y cuando lo tratamos enojados somos una avalancha de comunicación corporal inadecuada para lo que queremos lograr.

–El lobo y el hombre disputaban la misma presa alimentaria. ¿Cómo pasamos de ese rol de enemigos al de «mejor amigo del hombre»?
–Eso es interesante. Hay varias teorías, pero la que más se acepta en este momento es: primero el hombre cazaba al lobo porque era el competidor, pero se quedaba con los cachorros. Los cachorros no eran problema para ese hombre. Se piensa que quedaban con el resto de la familia. Se empezó a sociabilizar. ¿Qué empezó a pasar? Que al empezar a sociabilizarse, comenzó a tener un vínculo con los humanos y el lobo tenía algo que el humano no tenía: un gran poder de detección de presas a través del olfato. Entonces, se piensa que en algún punto esos cachorros sociabilizados con el hombre –no domésticos sino lobos– empezaron a guiarlo. Detectaban la presa antes que ellos.

–Había colaboración. No era un animal doméstico pero estaba en un proceso…
–Sí, de amansamiento. La domesticación implica una línea evolutiva, en cambio el amansamiento es más de los individuos. Pero ahí el hombre empieza a darse cuenta que podían serle útiles las prácticas del lobo. ¿Y por qué llegó a eso? Llegó porque, en el fondo, aunque esto genere discusión, las estructuras sociales de ambas especies, la del perro, la del lobo, por una parte, y la del humano, por otro, no son tan diferentes como uno podría pensar. Nosotros somos jerárquicos, aunque digamos que no y creamos que no. Debo decir por qué lo digo, sino sería una mera opinión. ¿Cómo se organiza una casa? ¿Cómo se organiza un país? Hasta culturalmente al presidente se lo llama jefe de Estado. Cualquier sistema para funcionar debe tener organización. Lo que pasa es que nosotros, cultural o socialmente, tenemos miedo a la palabra orden porque se mezcla con una serie de circunstancias muy complicadas, históricas, de la humanidad. Pero el orden adecuado es algo muy beneficioso para el desarrollo de una sociedad humana o canina. ¿Vivimos en familia? Los perros y los lobos viven en familia. Son territoriales; los perros y nosotros también. Claramente se ven los límites de los países, pero hay algo mucho más sencillo: la casa del vecino es la casa del vecino, mi casa es mi casa, ponemos una pared entre una y otra. Mi vecino no va a entrar a mi casa porque lo voy a mirar mal. Está metiéndose en mi territorio. Pasa lo mismo con los animales. Y así hay muchas cosas que debiéramos definir como similares. No digo que somos iguales, digo que humanizamos a los animales…

¿Qué debería tener en cuenta una persona para elegir a su perro?
–No podemos decir tal raza es para tal persona, eso no. Pero tal perfil de perro para tal persona, sí. La elección del perro es clave. Si hay una persona de baja energía, digamos, muy tranquila, que no le gusta poner límites, y elige un perro con un nivel de energía alto (que sabemos que es una especie jerárquica), el perro va a intentar tomar el control de la situación que el otro no toma. Me encuentro con gente que dice: «Pobre, déjelo que el perro haga lo que quiera». Si el perro hace lo que quiere, después va a tener problemas. Entonces, sea coherente, no espere que el perro haga lo que quiera y que haga lo que usted quiera cuando usted quiera.

–¿Qué opina de la castración?
–Cuando se habla de castrar a un perro, un anglosajón dice «okay». Vos le hablás de castrar un perro a un latino y lo estás castrando a él, más o menos. Vos le decís a la gente que habría que castrar a la perra… No tengo el dato preciso, pero más o menos un 50% que te va a decir que sí y un 50% va a decir que no. Vos le decís que hay que castrar a un macho y el 99% te va a decir que no. Somos tremendamente machistas. Las hormonas al perro lo inducen a hacer determinadas cosas; a veces, en una sociedad en que el perro está aislado, no está con perras y tiene que cumplir con un comportamiento social adecuado, quitarle las hormonas puede ser de ayuda para que el perro esté mejor. Porque si tiene sus hormonas, que le piden una cosa, y el dueño que dice que eso no se hace, castrándolo logramos que el perro esté un poco más tranquilo con respecto a determinados comportamientos. Hay quienes piden: «Tenemos que lograr que el perro esté mejor porque yo no lo puedo castrar». Entonces, no es que le va a pasar algo al perro, le va a pasar algo a él si lo castramos.

–¿Cómo evalúa la tendencia a tener perros guardianes por el tema de la inseguridad?
–Opino que también creció la problemática de la agresión de los perros hacia la gente. Entonces, muchos están teniendo más cuidado, no sé si porque influye el tema legal o la responsabilidad… Tener un perro es un problema, muchas veces, para sus dueños. Incluso yo veo menos rotwaillers que hace unos años atrás.

¿Es correcto decir que los collies son buenos y los rottweiler son agresivos?
–Absolutamente incorrecto. Yo diría que hay animales, hay perros, hay razas y hay individuos. Hablemos de un rottweiler: primero hay que ver que estamos hablando de un animal, segundo de un perro, tercero de una raza. ¿Qué quiero decir con esto? Que todas las razas de perros son de la misma especie, tienen la misma estructura de pensamiento, pero también hay mucha diferencia de manejo. No es lo mismo educar al perro de una manera que de otra. ¿Quiero decir que no hay diferencias genéticas? Sí, las hay, pero no son absolutas, sino caemos en lo que está cayendo el mundo, lamentablemente: prohibir ciertas razas de perros. Hagan desaparecer todas las razas del mundo y va a seguir habiendo el problema de agresividad, porque el problema no está en la raza. La raza es un factor, pero los perros no son máquinas. El grave error es que queremos minimizar y simplificar a una estructura muy simple algo muy complejo. Uno va por la calle caminando, ve a un perro chiquito (un caniche, un pekinés) que su dueño pasea con una correa: el perro te ladra descontrolado, te quiere agredir. Vos pasás, sonreís, y podés decir: «Qué enano cascarrabias». Una cuadra más adelante te encontrás con una persona que tiene un rottweiler, que sólo te mira, fijo. Vos pensás: «Che, guarda, qué perro peligroso». Sí, claro, al lado del otro… éste pesa 70 kilos y el otro 5. El de 70 te mira y te asusta, el de 5 te quiere comer y sonreís…

–Usted ha trabajado mucho en la relación niños-perros, ¿qué le dejó esa experiencia?
–Si la relación está bien manejada lo que se logra es increíble. Los padres se sorprenden de lo que son capaces los mismos chicos. Vamos a la cuestión concreta: al perro no le importa quién es y qué hace la persona. El perro si está bien, te quiere porque sos vos. Eso es clave en la vida humana. Que alguien te quiera, nada más. El perro te recibe mejor, a veces, que el humano. Eso no te lo dice un chico, lo dice un adulto: «Yo llego a mi casa y el perro mueve la cola. Llego a mi casa y el primero que está ahí es mi perro para recibirme». Esa cosa genera algo emocional. La madre reta al nene, el nene se va y se esconde con el perro y el perro está ahí con él. No quiero hacer una historia rosa, pero lo que despierta en un chico a nivel emocional no lo despierta otra cosa. Lo digo por experiencia personal: cuando era pibe tenía un problema, agarraba al perro y me iba a caminar solo con él. Lo puedo hacer hoy día también, esa cosa de desconectarse con un animal, que no es que le pasa a todo el mundo. Hay gente que dice: «Este tipo está loco», pero la vida emocional –clave para mí en la vida humana, en la vida del perro, de todo ser vivo– es decisiva. Ahí está la cosa práctica de la convivencia: al perro hay que educarlo. En esta sociedad que compra juguetes, se rompen, se compran otros, se tiran, eso es algo que no importa; al perro, en cambio, hay que atenderlo o sufrís las consecuencias. Es una herramienta muy interesante para poner orden en un lugar, que el chico vea que hay orden, no porque vea que le están dando reglas solamente a él, sino que el perro necesita orden para estar mejor. Por lo tanto, si con orden estamos mejor, va a ser más fácil. Orden que significa armonía, una convivencia armónica.

-La actitudes con el perro van desde quienes lo condenan al fondo, atado con una cadena, hasta los que duermen y comen con el animal. ¿Qué recomienda usted?
–Sucede que para algunas personas los animales son sólo un objeto y para otras llegan a ser más importantes que los seres humanos. Los extremos son malos y ésta no es la excepción. Los perros son seres vivos y tratarlos como objetos es un grave error. A menudo esos perros son muy ladradores, hiperactivos y destructivos y, en algunos casos, muy agresivos. Un animal recluido sufre mucho porque no puede satisfacer sus necesidades de juego, distracción y contacto social. El mejor consejo que puede recibir una persona que tiene a un perro en estas condiciones es que cambie su percepción sobre el animal o que no lo tenga. Y en cuanto a quienes «superhumanizan», pueden generar consecuencias igualmente nefastas, aunque éstas surjan luego de un tiempo de convivencia. El permitir que el perro haga lo que se le ocurra, sin límites, suele llevar a que se crea el rey de la casa. El perro disfruta este tipo de vínculo, sin embargo luego aparecen los problemas. Un rey no obedece, debe ser obedecido. Solicitará caricias cuando quiera, querrá comida cuando sus dueños estén almorzando y se la quitará si no responden a sus requerimientos. No obedecerá el llamado cuando salga a la calle y regresará cuando tenga ganas. Puede llegar a gruñir y a morder si las cosas no son de su agrado. La convivencia así se vuelve insoportable.
El mejor vínculo que se puede establecer con un perro es el que está basado en el respeto mutuo. Es esencial lograr satisfacer tanto sus propias necesidades como las de las personas con las cuales convive. Para ello es necesario conocer profundamente el comportamiento normal de los perros y la forma en que se relacionan con los seres humanos. Sólo de esta manera será posible convivir placenteramente con el miembro no humano de la familia.

–¿Qué pasaba en su familia en relación con los animales cuando era niño?
–Viví en una casa donde mis padres no eran apasionados por los perros, ni mucho menos, y yo valoro lo que me han permitido hacer porque yo tuve no sólo perros, sino todo lo que se me ocurría. Tenía 10 años, fui a la Plaza de Mayo, había una paloma herida, fui a levantarla y mi madre me dice: «Vamos a preguntarle al policía» (no me olvido más de eso). Fui con la palomita a preguntar: «¿Me la puedo llevar?» El policía se sonreía y me dijo: «Llevátela y hacela al escabeche» Y me la traje a casa nomás, gracias a mis viejos que entendieron y aceptaron. Después, a los 15 años, cuando me regalaron ese ovejero, se llamaba Bronco, ahí se disparó con mucha fuerza esa pasión que no termina.

domingo, 24 de abril de 2011

Standard American Pitbull Terrier



BREVE RESUMEN HISTÓRICO: En el transcurso del siglo XIX, criadores de Inglaterra, Irlanda y Escocia, comenzaron a cruzar Bulldogs y Terriers en busca de un perro que combinase lo deportivo del Terrier con la resistencia y atletismo del Bulldog. El resultado fue un perro que reunía todas las virtudes de los grandes guerreros: resistencia, coraje y afectuoso con su amo.
Los emigrantes llevaron estas cruzas de Bulls y Terriers a los Estados Unidos. Sus características no pasaron desapercibidas por la gente de campo, que comenzó a utilizar los American Pit Bull Terriers como protección y para recuperar ganado semi salvaje y porcino, para ayudar en cacerías, como perro pastor y compañero de sus familias. Actualmente, el American Pit Bull Terrier continúa demostrando su versatilidad, participando con éxito en Campeonatos de Obediencia, Rastro, Agility, Guardia y Trabajo, además de Estructura y Belleza.

APARIENCIA GENERAL: El American Pit Bull Terrier es un perro de porte medio, de contextura sólida, pelo corto, con una musculatura bien definida. Esta raza es fuerte y atlética. El cuerpo es preferentemente de altura igual a largo, siendo que las hembras pueden ser levemente más largas que los machos. El largo de los miembros anteriores (medido desde la punta del codo al suelo) es aproximadamente igual a la mitad de la altura del perro a la cruz. La cabeza es de tamaño medio, con el cráneo plano y el hocico largo y profundo. Las orejas son de tamaño pequeño con inserción alta y pueden ser naturales o cortadas. La cola insertada baja, gruesa en la base y afinándose hacia la punta. El American Pit Bull Terrier se presenta en todos los colores y marcas. La raza combina resistencia y atletismo con gracia y agilidad, y nunca debe tener apariencia torpe, huesos finos o zancudos.

CARACTERÍSTICAS: Las características esenciales de los American Pit Bull Terrier son la fuerza, la auto-confianza y la alegría. A esta raza le gusta agradar y es entusiasta. Es un excelente perro de compañía y es notable su amor por los niños. La agilidad de la raza lo torna capaz de escalar y con frecuencia usa sus caninos para trepar una cerca. El American Pit Bull Terrier no es aconsejable como perro de guardia ya que es extremadamente amigable, aún con desconocidos. Un comportamiento agresivo hacia los seres humanos no es característico de la raza y se lo considera indeseable. La raza se distingue en pruebas con exigencia por su alto grado de inteligencia y voluntad de trabajo.
El American Pit Bull Terrier es capaz de ejecutar una gran variedad de trabajos, por lo tanto, exageraciones o faltas deben ser penalizadas en la proporción en cuanto pudiesen interferir en la versatilidad del perro.

CABEZA: Es singular y es un elemento clave en cuanto al tipo de la raza. La cabeza es importante y larga, dando una impresión de gran poder, pero no debe ser desproporcionada en relación al tamaño del cuerpo. Vista de frente, la cabeza debe ser redonda y vista de perfil, debe tener el formato de una cuña alargada. El cráneo y el hocico son paralelos, unidos por un stop bien definido y moderadamente profundo. Los arcos supra-orbitales son bien definidos, pero no pronunciados. La cabeza es bien cincelada reuniendo resistencia, elegancia y carácter.

CRÁNEO: Largo, levemente redondeado, profundo y ancho entre las orejas. Visto desde arriba, el cráneo se va afinando levemente hacia el stop. Existe un surco mediano profundo que va disminuyendo su profundidad desde el stop hacia la protuberancia occipital. Los músculos de las mejillas son prominentes, sin presencia de arrugas. Cuando el perro está concentrado, se forman arrugas en su frente, lo que da al American Pit Bull Terrier una expresión singular.

HOCICO: Largo, profundo, estrechándose levemente hacia la nariz. Proporción cráneo-hocico 1 – 1.
El dorso del hocico es recto. Mandíbula bien desarrollada, larga y profunda. Labios secos y bien ajustados.
Faltas: Hocico puntiagudo, comisuras de los labios pendientes, mandíbula débil.

DIENTES: Preferentemente la dentición completa, con dientes bien nivelados y blancos. Se prefiere mordida en tijera.

TRUFA: Es grande, con ventanas largas y bien abiertas, pudiendo ser de cualquier color.

OJOS: Son de tamaño medio, redondos o almendrados, colocados profundos y bien separados entre sí. Todos los colores son igualmente aceptables. El tercer párpado no debe ser aparente.
Faltas graves: Ojos saltones, ojos de colores diferentes, ojos azules.

OREJAS: Están insertadas altas en la cabeza y pueden ser operadas o no, sin preferencia. Si fueran dejadas al natural, preferentemente semi-erectas o en rosa. Orejas puntiagudas, achatadas en el cráneo o largas no son deseables.

CUELLO: De extensión moderada y musculoso. Presenta una ligera curvatura. El cuello se va ensanchando gradualmente hacia la unión con los hombros. La piel del cuello es bien ajustada, sin presentar papada.
Faltas: Cuello muy corto o grueso, fino o delgado, presencia de papada.

CUERPO: El pecho es profundo, lleno y moderadamente largo, con espacio suficiente para el corazón y los pulmones. El antepecho no se extiende más allá de la punta del hombro. Las costillas se extienden bien hacia atrás desde la espina dorsal presentando un buen arqueamiento y formando un cuerpo profundo hasta la altura de los codos. La línea superior es recta, firme y levemente descendiente. El lomo es corto, musculoso, arqueado hacia la parte superior de la grupa. Los flancos son levemente retraídos.

COLA: El largo de la cola no debe exceder la punta de los garrones.
Falta: Cola larga (más allá de la punta del garrón).
Faltas graves: Cola tipo Terrier, cola presentando quebraduras.
Descalificación: Cola cortada.

EXTREMIDADES

MIEMBROS ANTERIORES: Las escápulas son largas, musculosas y bien inclinadas. El húmero es casi igual al largo de la escápula formando en su articulación un ángulo aparentemente recto. Los miembros delanteros son fuertes y musculosos. Los codos bien junto al cuerpo. Vistos de frente, los miembros delanteros se colocan moderadamente separados y perpendiculares al suelo. Los metacarpos son cortos, fuertes, rectos y flexibles. Vistos de perfil, casi verticales.
Faltas: Hombros rectos o sobrecargados, codos hacia fuera o adentro, metacarpos vencidos, miembros delanteros arqueados. Metacarpos hacia afuera. Pies hacia adentro o afuera.

MIEMBROS POSTERIORES: Los miembros posteriores son fuertes, musculosos y moderadamente largos. La angulación de los huesos y la musculatura de las extremidades posteriores deben estar en armonía con la de las anteriores. Muslos bien marcados, con músculos fuertes y bien definidos. Vistos de perfil, los miembros posteriores deben presentar una buena angulación y con garrones perpendiculares al suelo. Vistos de atrás, los garrones son rectos y paralelos entre sí.

PIES: Redondos, deben estar en proporción con el tamaño del perro, y deben ser bien arqueados y apretados. Las almohadillas son duras, resistentes y bien acolchadas. El quinto dedo o espolón puede ser removido.

PELO: Brillante y liso, pegado al cuerpo y moderadamente áspero al tacto.
Faltas: Pelo crespo, y ondulado.
Descalificación: Pelo largo.

COLOR: Cualquier color y distribución de colores y combinación son aceptados, excepto el color merle (mirlo).

ALTURA / PESO: El American Pit Bull Terrier debe ser fuerte y ágil, por lo tanto su cuerpo y su altura son menos importantes que la correcta proporción entre la altura y el peso. El peso deseable de un macho adulto, en buenas condiciones, es de hasta 32 kilos. El peso deseable para las hembras adultas, en buenas condiciones, es de 26 kilos.

MOVIMIENTO: El movimiento debe ser con actitud vivaz y con confianza, dando la impresión de estar a la espera de algo nuevo y excitante. Durante el trote, que realiza sin esfuerzo, el movimiento es suave, poderoso y bien coordinado, mostrando buen alcance de los anteriores y buena propulsión de los posteriores.
En movimiento, el dorso permanece nivelado, presentando apenas una leve flexión que indica elasticidad. Visto desde cualquier ángulo, los miembros no giran ni hacia adentro ni hacia afuera y los pies no se cruzan ni interfieren entre sí. Conforme aumenta la velocidad, los pies tienden a converger en dirección al centro de la línea de balance.
Faltas: Miembros que no se mueven en forma paralela, miembros con sobre alcance, cruce de miembros anteriores o posteriores, pies moviéndose muy juntos o rozándose, movimiento bamboleante, paso interrumpido, andar en lateral, acción en Hackney, movimiento con dificultad.

DESCALIFICACIÓN:
• Criptorquidismo o monorquidismo.
• Agresividad o extrema timidez.
• Sordera unilateral o bilateral.
• Cola cortada o ausencia de cola.
• Albinismo.
• Enognatismo.

NOTA: Los machos deben tener dos testículos de apariencia normal completamente descendidos en el escroto.

sábado, 23 de abril de 2011

LOS ORÍGENES DEL AMERICAN PIT BULL TERRIER




Nadie puede asegurar a ciencia cierta la procedencia de esta magnífica raza, aunque sí hay varias teorías al respecto.

La Primera teoría explica que realmente el APBT es la misma raza que el antiguo bulldog y que se ha mantenido hasta nuestros orígenes, criado y evolucionando a lo que hoy día podemos observar. Difícilmente el antiguo bulldog haya sido mestizado según esta teoría, ya que estos perros siempre estuvieron involucrados en enfrentamientos y estos generalmente se hacían por una suma de dinero, si utilizamos la lógica en esta teoría, es bastante fehaciente ya que los criadores de ese momento también tenían inteligencia y seguramente no arriesgarían al mestizaje de otras "razas" que tuvieran otras "funciones", por el simple hecho que mestizar no mejoraría sus perros más bien todo lo contrario, lo que sí hacían es combinar sus perros con otros de similares características (bulldog con bulldog, perro de pelea con perro de pelea) y de esta forma fijaron características deseadas, una de ellas o quizá la más importante fue lograr su infinita resistencia y no ceder nunca aunque este pierda su vida, lograr esta caracteristica llamada "Gameness" abrió un antes y un después en la crianza del APBT, dando lugar a otros criadores a continuar con esta actividad y poder disfrutar en la actualidad de esta fabulosa, diversa y controvertida raza que tanto amamos.

La Segunda teoría dice que surgió del cruce de dos razas: el antiguo bulldog, que en poco se parece a la raza que hoy conocemos con ese nombre, y un terrier. También con la ayuda del Blau Paul, hoy en día esta raza ya está extinguida. Esta es la teoría apoyada por un mayor número de expertos.
Entremos en detalle en esta teoría: Los orígenes del Pit Bull parecen provenir de los antiguos molosoides que eran utilizados en la guerra por los asirios en el año 2000 a.c. Estos perros eran potentes, fuertes y muy fieles. Entraron en el continente a lo largo del siglo VI a.c. a través del comercio con los fenicios. Estos molosos fueron utilizados también por los romanos en los juegos de los circos. Lo que no esta claro es si llegaron a Inglaterra por el comercio con los fenicios o por las guerras contra los romanos. El caso es que en Inglaterra se cruzaron con una raza que ya existía allí y que dieron perros más feroces que los molosos. Famosas eran las luchas entre perros romanos y británicos en los circos de Roma. La evolución de los molosos británicos prosiguió dando lugar a dos razas "bandog" y "alaunt", que suponemos que mas tarde darían lugar al bulldog y al mastiff. El bandog era utilizado y criado para "cazar" a los cazadores furtivos de los bosques ingleses. Era famoso porque no ladraba y gruñía antes de morder y tenía una excepcional presa, esta descripción encaja perfectamente con lo que hoy llamamos Pit Bull y la descripción data del año 1586. El alaunt era un perro con cabeza grande, orejas caídas y patas fuertes, su característica más destacada es que cuando hacia presa no la soltaba. El mastiff era un perro de defensa de talla notable, cabeza grande y unos larguísimos dientes. Este, al igual que el alaunt, eran perros que se utilizaban también para la lucha contra toros. A lo largo de los años se fue formando un perro especial para estas peleas, el antiguo bulldog, que era más ligero que el antiguo moloso, tenía las orejas erguidas y la cabeza grande, muy parecido al actual Pit Bull. Después de que se prohibiera las luchas entre animales al principio del siglo XVIII, estas continuaron en la clandestinidad.
Esta raza era exportada desde Inglaterra a EE.UU. y Canadá donde los combates entre perros tuvieron mucho éxito. En Norteamérica se difundió rápidamente esta raza hasta tal punto que se crearon registros para autentificar la genealogía de los perros (un pedigree que no esta reconocido por la FCI). Estos registros son la UKC (1898) y la ADBA (1909). La diferencia entre ambas radica en que la UKC apuesta a un perro de talla mayor, de mucho hueso, de cabeza impactante sin embargo la ADBA vota por mantener al perro de arena, como fue siempre, un perro atlético, con todo su conjunto equilibrado, en la Argentina la FCA reconoció al APBT como una raza más y la estructura a buscar por esta entidad es muy similar para no decir igual al de ADBA.

En la tercera teoría suponen que esta raza es descendiente de un conocido y admirado perro de presa español: el alano español. Por un lado, los conquistadores españoles del nuevo continente llevaron consigo cientos de alanos para que les ayudaran en el trabajo de conquistar el nuevo mundo, estos ejemplares se fueron cruzando con perros de las américas hasta que surgió la raza que hoy llamamos American Pit Bull Terrier. Aunque de igual manera podemos encontrar otra vía para los orígenes del "Pit Bull": se trata de la exportación, o mejor dicho, la importación que realizaron los ingleses de los alanos maravillados por su fortaleza. Esta raza se cruzó con perros autóctonos de Gran Bretaña y de allí surgió el que llamamos antiguo bulldog.
En la Argentina, como en otros países, se importaron varios Alanos Españoles, que más adelante darían como producto una raza ya extinta denominada "perro de pelea cordobés" y luego el famoso Dogo Argentino donde una ramificación de estos también fueron utilizados como perro de pelea de perro contra perro.

jueves, 21 de abril de 2011

Perros agresivos: del desconocimiento a la irresponsabildad






Fernando Catrina es médico veterinario, especializado en comportamiento animal, profesor titular de la cátedra Etología de la Universidad Católica de Córdoba y jefe del Servicio de Etología del Hospital Clínico Veterinario. Afirmado en su conocimiento científico, ofrece a Día a Día su versión de las mordeduras de perros:

– ¿Hay animales genéticamente “peligrosos”?
La genética es sólo una parte de la expresión del comportamiento animal. La otra es el ambiente, es decir, los estímulos que recibe el animal de su entorno. En definitiva, podríamos definir al comportamiento como la capacidad que tiene un ser vivo de adaptarse al ambiente donde se desarrolla, junto con el potencial genético que trae innato. Obviamente que si cruzamos dos individuos que son agresivos, estaríamos aumentando la probabilidad de que sus cachorros sean agresivos.

– ¿La mezcla de razas influye en las características nerviosas y psíquicas de los perros?
– No influye tanto la raza, sino las líneas e individuos dentro de las mismas razas.

– ¿Cuál es para vos el problema de los ataques?
– Fundamentalmente el desconocimiento sobre el comportamiento normal del perro y los problemas de comunicación entre ellos y los humanos. Recordemos que nuestro perro surge de la domesticación del lobo. Tan es así, que cromosómicamente son idénticos. Por lo tanto,todos los que convivimos con un perro, estamos haciéndolo con un lobo domesticado. Hay muchas cosas que perduran en el perro de su ancestro el lobo. Por ejemplo, el comportamiento social, territorial, predatorio y jerárquico. Según estadísticas mundiales, la mayoría de las heridas por mordedura de perro se produce dentro del ámbitodoméstico. El resto se produce en la vía pública, ya sea por perros “callejeros” o por mascotas liberadas por sus propietarios.

– Entonces, ¿habría un manejo irresponsable de los dueños de perros o el irresponsable es la víctima?
– Las dos cosas, ya que por falta de formación, carecemos de la información necesaria sobre cómo interactuar correctamente con un perro en la vía pública o en el ámbito casero.

– ¿Es descontrolado el negocio de criaderos y ventas de perros?
– En su gran mayoría creo que sí. Hay pocos criadores responsables que mantienen a los cachorros junto a su madre durante 45 días. Es muy frecuente que sean separados de su madre, e incluso de sus hermanos antes de esa fecha. Y ellos nacen con el sistema nervioso y los órganos de los sentidos inmaduros. La maduración se va produciendo en el juego interactivo con sus hermanos de camada, y con la presencia del adulto moderador, que es su madre. Esto hace a su equilibrio emocional y que sea seguro de sí mismo.

– ¿Cómo debería actuar el Estado a fin de evitar o disminuir los ataques?
– En la prevención y a través de la incorporación en la currícula escolar de contenidos sobre la interacción adecuada con las mascotas. Esto serviría para hacernos saber que no todos estamos capacitados para poder criar y educar adecuadamente todo lo que podemos comprar, o lo que se nos ocurre adoptar.

martes, 5 de abril de 2011

Emotivo reencuentro del "perro del tsunami" con su dueña















http://www.youtube.com/watch?v=KOBLguVb-6E&feature=player_embedded



La tragedia de Japón dejó muchas víctimas y pérdidas materiales por varios miles de millones de dólares; pero también dio lugar para pequeñas historias como la de "Ban", el perro de dos años y medio que sobrevivió tres semanas sobre un techo de una casa que flotaba sobre el mar, a casi dos kilómetros del puerto de Kasennuma, en la prefectura de Miyagi.

La guardia costera lo encontró el pasado viernes y la noticia no tardó en dar la vuelta al mundo. Gracias a la gran repercusión en los medios, su dueña -quien no quiso revelar su identidad- lo recuperó y ya se encuentra en buen estado junto a ella. "Tras haber sido separados por el desastre, estoy feliz por el reencuentro", ha declardo Toshiro Suzuki, responsable del albergue que atiende a un total de 19 perros y varios gatos arrancados de sus propietarios por la violencia de la naturaleza.

Kasennuma fue una de las ciudades más devastadas por el terremoto y posterior tsunami que afectó la costa este de Japón el pasado 11 de marzo.